Reseña: Nuevo Fructis
Gracias a la campaña de Trnd en colaboración con Garnier, he tenido la oportunidad de probar una de las variedades del nuevo Fructis. Y es que Garnier ha incorporado muchas novedades a su línea estrella de champús, acondicionadores y mascarillas.
La composición de los champús, acondicionadores y mascarillas de New Fructis es 100% sin parabenos, están testados dermatológicamente, las fórmulas para cabellos normales y grasos no tienen siliconas y los productos que sí las necesitan, contienen siliconas micronizadas (una nueva tecnología de siliconas que sellan la cutícula sin dejar residuos).
Además, combina los ingredientes propios de los cosméticos con activos fortificantes de frutas y plantas, vitaminas B3 y B6, y derivado de proteína de limón. Con los aromas refrescantes y afrutados, la experiencia durante el lavado es aún más placentera y el perfume se mantiene en nuestro pelo todo el día.
Con una estética aún más moderna y fresca, los envases están producidos en fábricas comprometidas con el desarrollo sostenible y el 25% del plástico que los compone es reutilizado. Además, ¡todos los botes son 100% reciclables!
La variedad que he probado yo ha sido la de Agua de Coco, la cual está indicada para cabello normal, tirando a graso y daños en las puntas. Contiene agua de coco, agentes purificantes y no lleva siliconas. Fortifica la fibra, purifica el cuero cabelludo e hidrata especialmente las puntas para aportar limpieza, frescor y suavidad al pelo, hidratando las raices lo justo y necesario y dando una nueva vida a las puntas dañadas. En definitiva un combo perfecto, al menos para mi, que tengo el pelo graso, pero las puntas bastante machacadas por la acción de secadores y planchas.
El resultado es evidente prácticamente desde el primer lavado, con un aroma maravilloso. No deja el pelo nada apelmazado y el acondicionador se encarga de desenredar y aportar aun más suavidad y sedosidad al cabello.
La composición de los champús, acondicionadores y mascarillas de New Fructis es 100% sin parabenos, están testados dermatológicamente, las fórmulas para cabellos normales y grasos no tienen siliconas y los productos que sí las necesitan, contienen siliconas micronizadas (una nueva tecnología de siliconas que sellan la cutícula sin dejar residuos).
Además, combina los ingredientes propios de los cosméticos con activos fortificantes de frutas y plantas, vitaminas B3 y B6, y derivado de proteína de limón. Con los aromas refrescantes y afrutados, la experiencia durante el lavado es aún más placentera y el perfume se mantiene en nuestro pelo todo el día.
Con una estética aún más moderna y fresca, los envases están producidos en fábricas comprometidas con el desarrollo sostenible y el 25% del plástico que los compone es reutilizado. Además, ¡todos los botes son 100% reciclables!
La variedad que he probado yo ha sido la de Agua de Coco, la cual está indicada para cabello normal, tirando a graso y daños en las puntas. Contiene agua de coco, agentes purificantes y no lleva siliconas. Fortifica la fibra, purifica el cuero cabelludo e hidrata especialmente las puntas para aportar limpieza, frescor y suavidad al pelo, hidratando las raices lo justo y necesario y dando una nueva vida a las puntas dañadas. En definitiva un combo perfecto, al menos para mi, que tengo el pelo graso, pero las puntas bastante machacadas por la acción de secadores y planchas.
El resultado es evidente prácticamente desde el primer lavado, con un aroma maravilloso. No deja el pelo nada apelmazado y el acondicionador se encarga de desenredar y aportar aun más suavidad y sedosidad al cabello.